La predicción de terremotos es uno de los mayores retos de la sismología como ciencia. Es prácticamente imposible poder predecir el día exacto de ocurrencia de un terremoto fuerte. Para ello se establece conceptos como predicción a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo una predicción a largo plazo es altamente efectiva cuando se dice que en los próximos 5 años existe una probabilidad de un 99% para que ocurra un terremoto de magnitud superior a 7 en una zona determinada. Esto se determina conociendo el régimen sísmico y el ritmo de deformación que tiene una falla en el tiempo. Recordemos que la deformación en las fallas geológicas activas es constante debido al movimiento de las placas tectónicas y que un terremoto no es más que la liberación o acomodo de dicha deformación. En este sentido, con el empleo de mediciones geodésicas de posicionamiento global podemos determinar a qué ritmo se deforma una falla determinada.