
En entregas anteriores de esta serie se han explicado las principales configuraciones mecánicas para la construcción de sistemas inerciales de registro sísmico. Los sismómetros construidos hasta los primeros años del siglo XX generalmente poseían un sistema de registro de forma directa (papel ahumado, óptico, etc). En 1906 Boris BorisovichGalitzin, inventor y príncipe del Imperio ruso, fue el primero en desarrollar un sismómetro basado en inducción electromagnética alrededor de 1906. La señal se genera a partir de una bobina de alambre enrollada sobre la masa del péndulo, rodeada por un imán fijo.A medida que la Tierra se mueve, la masa también se mueve en el campo magnético permanente producido por el imán, y se produce un voltaje en la bobina de alambre que puede medirse y registrarse. Como beneficio adicional, la corriente inducida en la bobina produce un campo magnético secundario que amortigua el movimiento de la masa de una manera predecible y útil.